Se levanta majestuosa en el muelle de la Monja, junto a los jardines de Pereda y ahora el Centro Botín, la Grúa de Piedra, uno de los iconos de la ciudad de Santander y que refleja el pasado portuario de la capital de Cantabria.
Construcción de la Grúa de Piedra
La Grúa de Piedra fue construida entre los años 1896 y 1900 para paliar las deficiencias que tenían las grúas del puerto de Santander cuando había que mover más de 8 toneladas de peso, lo que hacía que muchos buques tuvieran que buscar acomodo en otros puertos del norte de España como el de Bilbao.
El diseño y la construcción fueron encargados a F.V Sheldon y Otto Gerdtzen enmarcado en un plan de mejoras de la Costa Norte de la Bahía de Santander.
Es una grúa que cuenta con treinta toneladas de peso y catorce metros de altura, está construida con acero de la mejor calidad de la época. En su parte trasera dispone de unos contrapesos con un peso 34 toneladas. Toda la estructura de la grúa descansa sobre una base construida a base de sillares reutilizados de los antiguos muelles de la ciudad siendo su peso total sin contar esta parte de piedra de 48 toneladas.
Debido a su elevado peso unido y a que los antiguos muelles eran de madera se tuvo que hacer que la base de la grúa descansara sobre el lecho marino.
Originalmente esta grúa estaba propulsada por una máquina de vapor aunque en 1927 se sustituyó por uno eléctrico.
Una inauguración histórica
La gran inauguración de la Grúa de Piedra fue el 17 de mayo de 1900 llegando a cargar en las pruebas una gabarra cargada que contaba con 36 toneladas de peso.
Esta grúa tuvo un coste de 70.500 pesetas de la época y se convirtió en la Grúa Titán del puerto de Santander, denominación que se daba en los puertos a las grúas más potentes que podían mover más peso.
Sin duda en una parada obligada en tu visita a Santander, te dejamos un mapa para que veas exactamente su enclave.